martes, 25 de junio de 2019

EL MISMO RELATO ESCRITO TANTAS VECES

Hoy he visto en el otro bando a muchos de aquellos que fueron nuestros amigos, cariño, y a muchos de los que siempre nos reprobaron hoy los tengo aquí, al lado, jatetú. Aquello, su bando, hierve en odio, aunque en el nuestro tampoco te creas que andamos muy faltos de dementes, y ya tampoco descarto que esto último me incluya (¿y por qué habría de hacerlo, si he sido tan simple de dejarme liar para enrrolarme en un fregao que solo va a beneficiar a los que están en una posición en la que ni yo estoy ni se me espera ni quiero estar?) Sabes que ya no descarto casi nada.

No te imaginas como deseo que esto acabe y volver a quejarme de lo que me aburro cuando me llevas a ver escaparates, en el caso de que después de esto sigan existiendo escaparates, o volver a ver contigo esos programas tan raros de televisión con tu mano en la mía mientras ves que me distraigo y me rascas la nuca y me pones ese mohín que tú tienes que siempre consigue que se me caigan los palos del sombrajo, volver a canturrearte esa canción al oído mientras fregamos los dos platos y las dos copas y me das riéndote ese codazo en el estómago para que no entretenga, escuchar tus regañinas cuando me fumo el cigarro de emergencia o dejo levantada la tapa del baño, regañarte yo cuando te le fumas tú, intentar dormir cuando ya lo has hecho tú y me pones ese culo tuyo tan frío en la barriga, acariciar tu pelo, besarte el coño, respirar tu aliento tan dulce frente a mí, como la noche aquella en que terminamos llorando tú y yo...

Suena algo, sirena, corneta o mis tripas, no sé, así que voy a ir terminando, pero antes una última cosa; te vas a reír: por lo visto alguien de aquí ha contado que los malos han entrado en tu fábrica y que de allí no ha salido nadie vivo. A mí el chisme me ha llegado de refilón, pero no he conseguido dar con el hijoputa que lo ha difundido. ¿Tú te crees que me voy a tragar yo esa mierda? ¿Ves como es la puta gente?
Me despido ya, y perdona que sea tan pesado de volver a pedirte que me escribas cada cinco minutos, pero hace ya dos semanas que no lo haces, pedorra. Imagino la tarea que tienes que tener, así que no te quiero agobiar mucho, pero en cuanto puedas hazlo, por favor.

Y qué eso que ya sabes, amor mío, qué te quiero más que a nadie.

Félix García Fradejas
Junio 2019